Benedicto debe seguir mañana con los ritos tradicionales de Navidad, en una jornada cargada de actividades que pondrán a prueba su resistencia física.
La noche para las celebraciones en el vaticano fue lluviosa y fría, pero eso no evitó que miles de fieles se congregaran en la Plaza de San Pedro para ver al Papa encender un sahumerio en su despacho.
Benedicto, que vestía en colores cremas y dorados, llegó a la basílica en una plataforma móvil que también utilizó para desplazarse en su interior, con el objetivo de evitar agotamientos físicos.
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