El francotirador estadounidense Chris Kyle es un militar retirado que formó parte entre 1999 y 2009, del pelotón Charly, tercer grupo de la fuerza de élite estadounidense conocida como Navy SEALs.
Debido a sus habilidades como francotirador, Kyle asesinó a más de 250 personas y asegura que le hubiera gustado haber matado a más, durante su participación en la “Operación Libertad”, guerra iniciada el 20 de marzo de 2003, por el entonces presidente de EE.UU., George W. Bush contra Irak.
Lo que el francotirador califica como “grandes victorias” son contadas en un libro que saldrá a la venta próximamente, titulado “American Sniper”.
Una de las anécdotas más controversiales gira en torno al asesinato de una mujer, que se encontraba junto a un grupo de niños en el año 2003, cuando supuestamente arrojó una granada a un grupo de soldados en un poblado de la región de Nasiriya.
“Era mi deber. No me arrepiento”, asegura Kyle. “Mis balas salvaron a varios estadounidenses cuyas vidas valían claramente mucho más que la de aquella mujer de alma retorcida”.
“Puedo enfrentarme a Dios con la conciencia tranquila en relación a mi trabajo”, aseguró. ”Odio profundamente el mal que había dentro de esa mujer”, agregó. “La odio hasta el día de hoy”.
Sobre la cantidad de víctimas, asegura. ”El número no es importante para mí. Me hubiese gustado haber matado más gente. No para presumir, sino porque creo que el mundo es un lugar mejor sin salvajes que atenten contra la vida de estadounidenses”.
Los insurgentes irakíes llaman a este ex soldado estadounidense al-Shaitan (el diablo) y ofrecen una recompensa por su cabeza.
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