El viernes, antes de despegar hacia Ciudad del Cabo, Sudáfrica, para comenzar sus vacaciones, Justine Sacco twitteó: ” . . . Rumbo a África. Espero no coger el SIDA. Es broma ¡soy blanca!”.
La mujer tomó el vuelo y 12 horas después, cuando aterrizó, no imaginó la tormenta que había desatado. El mensaje había sido retuiteado por una multitud de medios sociales y la empresa para la que Sacco trabaja, IAC/InterActiveCorp, se había distanciado de ella.
La indignación se viralizó por las redes sociales obligando a la compañía a emitir un comunicado. “Este es un comentario ofensivo indignante que no refleja los puntos de vista y valores de IAC. Desafortunadamente esta empleada no está localizable en un vuelo internacional, pero esto es un asunto muy serio y estamos tomando las medidas adecuadas”, aseguraron.
Sacco tenía una cuenta de Twiiter con apenas 500 seguidores, pero a pesar de ello sus palabras tuvieron una repercusión descomunal. Pronto miles de personas comenzaron a seguirla solo para insultarla. Luego, la cuenta fue borrada. Se especula que fue ella misma quien lo hizo.
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